martes, 30 de noviembre de 2021

El beso navideño de la muerte. Los riesgos de las navidades del 2021 y la nueva ola de contagios.

Análisis histórico, científico y social.


La falta de concienciación sobre la transmisión de SARS-CoV-2 causante del conocido COVID-19 sigue siendo el principal problema de control sobre la pandemia desde que el 31 de diciembre del 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la voz de alarma por una neumonía atípica.

En poco tiempo se identifico el causante, el coronavirus de nombre provisional 2019-nCoV (nuevo coronavirus del 2019) que posteriormente el Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV) acabó denominando lo que hoy conocemos como SARS-CoV-2 (Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2)  y que la OMS denominó a su enfermedad COVID-19 como nombre aséptico a lo que entonces se denominaba virus chino (1,2,3).

Antes de todo esto, el virus, era conocido por trasmitirse rápidamente, aunque la OMS era reacia a reconocer la transmisión aérea (4), hoy en día ya conocemos que se trasmite por aerosoles, aérea, contacto con fluidos contaminados y fómites (5).

¿Pero cómo es posible que en un país como España con el 80% de la población vacunada y con el uso obligatorio de mascarillas en lugares cerrados y un gran uso de mascarillas en espacios abiertos de forma voluntaria tengamos una enorme transmisión? Siempre se ha dicho que "es mejor prevenir que curar" pero ¿somos conscientes de como prevenir el contagio? La encuesta realizada por @ParaMicroBio muestra que la población española es consciente en general de los riesgos, pero no pone medidas para evitar el contagio.

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Las primeros dos preguntas van encaminadas a saber que parte de la audiencia es antivacunas o que es reacia por algún tipo de temas a ponerse la vacuna y los que claramente creen que las vacunas funcionan. Como podemos ver, el 95,4% de los encuestados están a favor de las vacunas, algo que va acorde con las cuotas de vacunación en España (6,7,8).

Como ya hemos mencionado la cobertura de vacunación COVID-19 en España es del 80% de la población general. La encuesta muestra que los participantes aleatorios suponen un 85% de vacunados COVID-19 (9). Por tanto, estas dos preguntas son un control de que la aleatorización de la encuesta es bastante buena, pues sus datos se asemejan a la realidad de datos. No estando sesgada por un público puramente científico como el que ese podría esperar tener desde una cuenta de divulgación científica como la de @ParaMicroBio.
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Una vez que hemos analizado la calidad de los datos, entramos a valorar la encuesta de verdad donde han participado algo más de 1.000 usuarios de Twitter. donde la pregunta 3 hace referencia a posibles impedimentos a no vacunarse cómo pueden ser los efectos adversos. Un 79,2% de los encuestados aseguran tener más miedo a los efectos del COVID y un 14,4% asegura tener más miedo a los efectos secundarios de la vacuna que a la enfermedad COVID-19. Sin embargo, pese a que el casi 20% de los encuestados parecen tener miedo a las vacunas y sus efectos, un 15% se ha vacunado por conciencia social, es lo que se desprende por correlación con la pregunta anterior (nº2).

Si duda, esto parece tener origen en la rapidez de la creación de las vacunas y su rápida implantación, pero pese a ello, la población española muestra su responsabilidad y se vacuna. sin duda gracias a la labor de concienciación sobre la utilidad de las vacunas para protegerse de enfermedades y llegar a erradicarlas.

La cuarta pregunta va encaminada a determinar ¿por qué hay tantos contagios? ¿Está la gente concienciada del riesgo? No parece, según la pregunta 4, el 71,6% de los encuestados, tienen la cara intención de celebrar comidas y cenas navideñas con amigos y familiares no convivientes. Algo que, es sin duda, un foco de contagio, pues para poder comer tenemos que eliminar nuestra única medida efectiva de protección frente al contagio, la mascarilla. Por tanto, y a colación de los datos de la encuesta, entre el 71,6 y el 81,1% de la población, se expondrá a ser contagiado en este tipo de actividad típica de la festividad navideña de entre el 20 de diciembre y el 6 de enero. Tres semanas de contagios que se incrementaran espontáneamente.

Algunos dirán, bueno, con ventilación y distancia está resuelto ¿Seguro? sigamos analizando.

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Estoy de acuerdo en que la ventilación y la distancia dificulta mucho que en espacios cerrados se produzcan contagios con un contagiado ¿Pero es suficiente? ¿Es realista? la respuesta es que no. La 5ª pregunta hace referencia a la forma de saludar en estos eventos de familiares y amigos, nuevamente, la población muestra que no está concienciada frente al contagio. El 44,3 % de los encuestados aseguran que se saludarán con besos, sin ningún tipo de protección, algo que puede ser un claro foco de contagios, recordemos que son aerosoles, aéreo, fluidos contaminados o fómites, pues un beso lo tiene todo. Así que de poco sirve que ese 71% de antes que piensa cenar con familiares y amigos no convivientes tome medidas de ventilación o distancia si cuando se saludan rompen todas las normas besándose o dándose la mano. El 51,9% de las personas incumple las medidas de seguridad al saludarse y se expone claramente al contagio, más de la mitad de la población, y del 49,1% restante, deberíamos observar al 31,4% sobre qué consideran distancia suficiente.

Por todo lo expuesto, considero que las reuniones navideñas y sus saludos van a ser el principal foco de contagio y el origen de una fuerte onda epidémica entre diciembre del 2021 y enero del 2022, del que nos costará recuperarnos hasta febrero del 2022. Los besos familiares de la navidad pueden convertirse en el beso de la muerte incluso para los vacunados. Recordemos que ha día de hoy hay una total circulación de la variante Delta plus y sus respectivas subvariantes como AY 4.2 con potencial escape a las vacunas y una demostrada reducción de la eficacia de las mismas (10,11,12,13,14,15) a la que tenemos que añadir la nueva y considerada peligrosa variante Ómicron (16,17). Es curioso porque este dato la gene parece tenerlo claro, las actuales vacunas COVID no impiden contagiarte y puedes contagiar a otros, así puede describirse la respuesta a la última pregunta, donde el 94,3% de los encuestados reconocen que la inmunidad de las vacunas es relativa.

Por eso, animo a cambiar nuestros hábitos sociales y tomar conciencia de que aun nos queda tiempo para eliminar el virus, que este no se eliminará si no eliminamos esas costumbres que nos ponen en riesgo y que cada contagio que permitimos es una oportunidad que damos al virus para evolucionar y seguir propagándose, poniendo en peligro nuestra salud, economía y estabilidad política y social.

De esta solo podemos salir manteniendo las medidas de protección individual y vacunando a la población mundial, pues de nada sirve tener a toda España vacunada si nuestros vecinos africanos solo tienen al 27% de sanitarios vacunados (en el mejor de los casos ) (18) porque las vacunas no llegan mientras el tercer mundo se pone una tercera dosis de refuerzo y con eventos de superpropagadores como generadores de variantes como inmunodeprimidos infectados (19,20).

Entre 2,5 y 5,7 millones de personas se infectan en el mundo por SARS-CoV-2 en el mundo desde finales del 2020 sin mejoría en las cifras, de estos, entre 50.000 y 100.000 personas fallecen a la semana por COVID-19 (21).

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Cada acto cuenta. 
No dejes que un beso navideño te mate.


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